La fiesta de cumpleaños para los niños representa no solo el encuentro y la reunión de sus amigos, primos, como también la confirmación de que él ha crecido y que ahora es algo mayor. El cumpleaños les interesa de una forma muy especial porque estimula su curiosidad, sus deseos de aprender, sus ganas de vivir un momento distinto y divertido. El cumpleaños es algo que tiene vida y una gran carga afectiva.
La celebración del cumpleaños de un niño le beneficia en todos los sentidos. Le enseña a compartir, a participar y colaborar de las actividades de la fiesta, a disfrutar de la compañía de otros niños, a vivenciar relaciones y situaciones, a aceptar con más facilidad las normas establecidas, y a valorarse a sí mismo y a los demás. Será muy bueno para aumentar su autoestima, a desarrollar su pensamiento creativo, y a ampliar sus relaciones sociales. Es provechoso y altamente rico celebrar su cumple como acudir al cumple de los demás.
Por lo tanto, debe ser vivido con motivación y alegría. El cantar, la torta, los aplausos, llas caritas pintadas, los regalos, las velas, los globos son ingredientes que les gusta a todos los niños. Les llenan los ojitos, el alma, y el corazón. Les llenan de alegría, de ilusión y fantasía. Y si a eso, añadimos juegos y bailes, mejor que mejor. Dentro de tus posibilidades, haz del cumpleaños de tu hijo una fiesta que le haga sonreír y vivir un momento único. Él te lo agradecerá cuando sea mayor de verdad.